viernes, 20 de marzo de 2009

JUAN BOSCH "A LA DISTANCIA DE 100 AÑOS, RESUCITA"


SANTO DOMINGO.- El 2009 es el año de Juan Bosch, pero las celebraciones para conmemorar los cien años del natalicio del extinto profesor, escritor y líder político dominicano nacido en La Vega el 30 de junio de 1909 ya comenzaron. La fiesta incluye exposiciones, concursos literarios, festivales, puesta en circulación de obras, actividades artísticas y deportivas, reconocimientos póstumos y encuentros con intelectuales internacionales.

Para la Fundación Juan Bosch, el objetivo es que la población profundice y celebre el legado histórico de uno de los más grandes e influyentes pensadores dominicanos de todos los tiempos, y también que toda la sociedad se movilice y reflexione alrededor de su vida y ejemplo ciudadano.

Por eso la próxima actividad tiene que ver con educación, moral y cívica y llega en un momento en el que la sociedad dominicana demanda un resurgir de los valores democráticos y humanos en todos los aspectos.

Pero la frase de tres palabras de una materia que en los años 80 y 90 del siglo pasado enseñaba a los alumnos de primaria historia patria y conceptos de estado no era, precisamente, la favorita de los estudiantes. Era muy aburrida, decían. Hoy día, sin embargo, “educación moral y cívica” ha dejado de ser un cliché académico pautado por obligación en los programas escolares para convertirse en una necesidad.

Pensando en ello y en otros valores que llegan de la mano de la literatura, la Fundación Juan Bosch ha programado para los meses de agosto y septiembre de este año el primer “Diplomado en Educación, Ética y Cívica para una Ciudadanía Democrática”, dirigido a los maestros de secundaria del país y con el apoyo logístico de la Secretaría de Educación, el Instituto de Formación y Capacitación de Magisterio (INAFOCAM) y la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). El lanzamiento se realizará el próximo martes 29 en el auditorio Manuel del Cabral de la biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Metodología y aplicación

Matías Bosch, nieto de don Juan Bosch y encargado de proyectos de la Fundación, adelantó a En Literatura las principales características de lo que será un proyecto único en el país y tal vez de la región.

La primera, dice, es que la metodología comienza con una condición: en vez de ser expertos que vengan desde fuera a formar a los profesores, serán los maestros de escuelas quienes, previo a un riguroso entrenamiento en metodología, los conceptos de la obra de Juan Bosch y la formación ética y cívica, impartirán el diplomado a los educadores participantes.

“Van a ser colegas formando a colegas porque el diplomado apunta no a una transmisión unilateral de conocimiento sino a la construcción de una comunidad de ideas y de valores dentro de la escuela”, explica Matías.

El diplomado tampoco busca formar especialistas que dominen unos contenidos por simple erudición. “Está orientado a formar en los maestros la capacidad de llevar al aula los conceptos, las herramientas y los métodos para desarrollar la conciencia cívica y ética, de manera que esos conocimientos sean de aplicabilidad inmediata para convertir las aulas en unas comunidades de transformación y de concientización de los estudiantes”.

¿Cómo lo harán?

Según Matías, la formación de conciencia apunta a crear competencia para la comprensión de problemáticas, necesidades y capacidades “con las que los seres humanos tenemos que contar para vivir en sociedad y desarrollar sobre todo el compromiso y la capacidad de actuar sobre esas necesidades”.

De esta forma, el diplomado recoge lo mejor del pensamiento hostosiano, martiano y de Juan Bosch para llevarlo al aula y formar allí conciencia ética y cívica. “No buscamos que conozcan sólo el significado de las palabras, sino que tengan capacidad de actuar sobre su realidad y no hay espacio más fundamental para eso que el aula”, comenta Matías. Para él, son los maestros los que tienen la misión número uno en el país de ser “no solamente portadores de información y conocimientos, sino formadores de competencia, de conciencia, de sujetos que sean capaces de actuar de manera exitosa sobre su realidad y formadores de sujetos que sean capaces de transformar su realidad”.

A Matías le gusta recordar la frase de Hostos que decía que “en República Dominicana se han intentado todas las revoluciones, menos la única que le puede devolver la salud; la revolución de la educación, la revolución de lo moral”.

El soporte académico básico que se utilizará en el diplomado y en las aulas ya había sido puesto a disposición de las escuelas del país por la Fundación Juan Bosch con el título “Cuentos y valores”. Se trata de un material editado en conjunto por la Secretaría de Educación y la Organización para el Fomento del Desarrollo del Pensamiento (OFDP) que recoge 14 cuentos de Juan Bosch acompañados con comentarios y ejercicios hechos por docentes de escuelas públicas y privadas del país. “No hubo ningún tipo de sesgo o restricción”, manifiesta Matías al respecto. En el trabajo participaron docentes y académicos nacionales y extranjeros.

“Los estudiantes conocen la obra de Juan Bosch y ahora van a tener, tanto maestros como estudiantes, la capacidad de usar esa obra directamente para que le saquen el mayor partido porque el propósito fundamental de la obra, como lo dijo Juan bosch, siempre fue hacer conciencia de la realidad social del pueblo dominicano”.
El libro forma parte de un proyecto académico en el que participan las Secretarías de Educación y de la Juventud, Radio Santa María y la OFDP.

“Es único en República Dominicana y debe ser de los pocos casos en la región donde una obra de un literato y de un prócer es puesta en función de la educación no solamente con su contenido original sino con un desarrollo posterior hecho por gente especializada”, dice Matías.
Hablar de formar conciencia a través de la ética y la cívica para crear una ciudadanía democrática es un reto para los formadores porque, ¿cómo se presenta hoy la democracia? ¿cuál es el perfil de un ciudadano democrático?

Matías Bosch lo explica así: “Es un sujeto consciente de sus derechos, deberes y obligaciones con la sociedad y, aparte, como es democrático, se sabe capaz de actuar sobre su realidad, de influir sobre su entorno. Se siente sujeto de un derecho político y un poder político para actuar sobre su realidad y sabe que puede, además, exigir ese derecho. Lo que queremos no es que sepan de ética y cívica para quedarse en el plano intelectual, queremos que estén en condiciones de poner eso al servicio del país, por eso es que el desarrollo humano, es también el desarrollo ético. Sin ciudadanos no hay democracia”.

El diplomado, que inicia la primera semana de agosto, se ejecutará con sesiones intensivas en los centros regionales de la UASD.
CENTENARIO

La programación comenzó este año con la exposición itinerante “Juan Bosch: una vida ejemplar”. En los próximos meses se realizarán actividades y programas de trascendencia nacional e internacional, entre ellos el proyecto Biblioteca Centenaria, que contempla la publicación de unas 50 obras de Juan Bosch, 30 volúmenes con sus obras completas, cuatro antologías y materiales de distribución masiva; una sesión solemne en la Asamblea Nacional, la edición de un sello postal conmemorativo, jornadas barriales y provinciales, un amplio programa dedicado a su obra en la Feria del Libro 2009, un encuentro internacional de artistas y líderes dedicado a su pensamiento y legado, así como una serie de eventos que rescatan su presencia en aquellos países en los que residió y que contará con la colaboración de la Cátedra Juan Bosch de la Universidad de La Habana. En la parte artística, reconocidos artistas participarán en el concierto “Vivirá”, en el que cantarán sonetos y versos de Juan Bosch.

El ciudadano democrático

Hablar de formar conciencia a través de la ética y la cívica para crear una ciudadanía democrática es un reto para los formadores porque, ¿cómo se presenta hoy la democracia? ¿cuál es el perfil de un ciudadano democrático? Matías Bosch lo explica así: “Es un sujeto consciente de sus derechos, deberes y obligaciones con la sociedad y, aparte, como es democrático, se sabe capaz de actuar sobre su realidad, de influir sobre su entorno.

Se siente sujeto de un derecho político y un poder político para actuar sobre su realidad y sabe que puede, además, exigir ese derecho. Lo que queremos no es que sepan de ética y cívica para quedarse en el plano intelectual, queremos que estén en condiciones de poner eso al servicio del país, por eso es que el desarrollo humano, es también el desarrollo ético.
Sin ciudadanos no hay democracia”. El diplomado, que inicia la primera semana de agosto, se ejecutará con sesiones intensivas en los centros regionales de la UASD.

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