La apicultura se practicaba en muchas partes del mundo antiguo. La miel era usada con propósitos medicinales y religiosos, y como alimento. La cera de abeja se empleaba para hacer moldes destinados a vaciar objetos de metal. También servía para crear superficies para escribir. Hoy en día sabemos gracias a un hallazgo en el valle de Bet-Seàn que revela que al parecer, que allí se llevaba a cabo la cría de abeja con fines comerciales.
Noticias de la Universidad Hebrea de Jerusalén son que la prueba arqueológica de la descripción Bíblica de Israel realmente como "la tierra de la leche y miel" ha sido destapada por investigadores en el Instituto de la escuela de la Arqueología. Mazar Eleazar L. Sukenik de Amihai, Profesor de Arqueología en la Universidad Hebrea, reveló que el primer colmenar (colonia de 30 colmenas) intactas fechado del período Bíblico ha sido encontrado en excavaciones que él dirigió este verano a Tel Rehov, en el Valle de Beth Shean de Israel. Esto según se informa data del 10o a 9os siglos tempranos A.E.C (900 años A.c), que lo colocaría durante el reinado de Rey Salomón.
Según este estudio cada colmena es “un cilindro de adobe de aproximadamente 80 centímetros, de largo y 40 centímetro de diámetro”. Apicultores y especialistas que han visitado el lugar calculan que allí se podía producir hasta media tonelada de miel anualmente
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