PARIS, Francia.
Al cumplirse un año de su muerte, la tumba del afamado esceritor mexicano
Carlos Fuentes no tiene completa la fecha en su lápida, en la que solo está
inscrito el año de su nacimiento, 1928.
La observación fue hecha por el periodista y cineasta Juan Deláncer, durante
una visita que girara hace varios días al muy conocido cementerio de
Montparnasse.
El cementerio, uno de los más visitados en la capital francesa, alberga tumbas
de célebres personalidades del arte y la literatura como Jean Paul Sartre,
Julio Cortázar, Marguerite Duras, Samuel Beckett, Charles Baudelaire y la
dominicana María Montez.
La tumba de Fuentes, quien falleció el 16 de mayo del pasado año, resalta por
su límpida sencillez-precisó Delancer- a un costado de una de las vías de
Montparnasse, y donde también están sepultados sus hijos Natasha y Carlos.
También figura el nombre de su hoy viuda Silvia Lemus.
Al hablar brevemente con Diariolibre.com desde París, Deláncer apuntó que
probablemente aun no se hayan trasladados los restos del autor de "La
Muerte de Artemio Cruz" desde México, aunque asumió con tono de metáfora
la ocurrencia de que la lápida no tenga todavía inscrita la fecha de su deceso.
"En verdad sería un formulismo para fines de registro, apostilló el
comunicador dominicano. Hombres como Fuentes o Baudelaire, o Cortázar no tienen
fecha de fallecimiento".
Deláncer desarrolla en París una investigación sobre la estadía allí en los
años 20 de Evangelina Rodríguez Perozo, la primera médica dominicana, y cuya
vida será tema de su próxima película.
Montparnasse, al sur de la capital francesa, también aloja figuras como Guy de
Maupassant, el fotógrafo surrealista Man Ray, el poeta y escrtitor peruano
César Vallejo y el fundador de uno de los diccionarios más conocidos en el
mundo, el Larousse.
Fuentes escogió descansar eternamente en París, donde vivió como embajador de
México a mediados de los años 70. En una entrevista poco antes de su muerte,
declaró en Buenos Aires que en París le esperaba "un lindo monumento"
donde iría a vivir para siempre. No le faltaron al escritor críticos en México
por su decisión en vida de ser enterrado en Montparnasse.
Un par de años antes de morir de una hemorragia estomacal en Ciudad de México,
Fuentes había tramitado en París todo lo relativo a su enterramiento en
Montparnasse y escogió personalmente en lugar donde quería fueran a parar sus
restos. Uno de los mexicanos más conocidos en el mundo, Fuentes visitó Paris
por primera vez en 1950.
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